Remembering Murcia (Recordando Murcia) es un proyecto artístico que tiene como base el uso de códigos QR, mediante los cuales pretende devolver a la memoria de la ciudad de Murcia y de sus habitantes actividades que en un pasado eran muy comunes y propias de la identidad de esta ciudad pero que, a día de hoy, se han perdido completamente y han dejado de ser relevantes.
Se trata de un proyecto que trabaja
con el entorno y los usos que éste tuvo en el pasado, lo que posibilita comprender mejor el espacio en el que vivimos y
la manera en que fue utilizado por las personas que lo habitaron antes que
nosotros. Con ello se puede obtener una perspectiva que nos
permita entender de dónde venimos y hasta dónde hemos llegado.
Se han elegido seis lugares y en cada uno de ellos se ha depositado un pequeño baúl que contiene el recuerdo que se pretende evocar en forma de QR y un concepto en forma de figura que se encuentra intimamente relacionado con dicho recuerdo.
El agua del río Segura, a su paso por el centro de Murcia, servía de refresco y disfrute para aquellos a los que el sol no daba tregua en esos días calurosos tan típicos de nuestra región.
Los mercadillos públicos siempre han dinamizado la vida en la calle y preservado las tradiciones de aquellas ciudades en las que se realizaban. Éste, el de Verónicas, se desarrollaba al aire libre y rápidamente se convirtió en un punto de encuentro donde los murcianos conversaban sobre los acontecimientos sociales y culturales. Todo ello acompañado por las sucesivas compras efectuadas siguiendo el antiguo y vistoso método de la subasta.
Este rastro era montado todas las mañanas de domingos y festivos en una zona emblemática de Murcia, frente al Ayuntamiento y al costado del Puente Viejo. En él, los murcianos vendían objetos de segunda mano y demás mercancía con los que conseguían algunos beneficios que les permitían sacar adelante y alimentar a sus familias.
Los heladeros con sus tenderetes eran habituales por las calles de Murcia y, al grito de ¡¡Rico heladoooo!!, iban repartiendo felicidad entre los niños y mayores desde el comienzo de la primavera hasta la llegada del otoño.
Los carros y carretas eran los medios de transporte de los murcianos que vivían en la huerta y visitaban de vez en cuando la capital. Entonces, se producía un elegante desfile por las callejuelas de Murcia, creando bellas postales sobre todo cuando éstos pasaban ante la imponente fachada de la Catedral.
El tren era un medio de transporte esencial de Murcia ya que la conectaba con los pueblos circundantes y permitía un constante flujo de turistas y trabajadores. Las vías del tren forman parte ahora del asfalto de La Redonda pero su chirriante sonido no se olvida.
